DIARIO-CUARENTENA

Como coleccionista de palabras que soy, he querido guardar en mi blog todo lo que he estado escribiendo y compartiendo en Facebook durante los más de tres meses que ha durado el Estado de Alarma.
Son reflexiones y pensamientos que no quisiera nunca olvidar. Lecciones de vida que seguro que algún día volveré a leer y releer para tomar impulso y levantarme las veces que haga falta.
Nuevas etapas nos esperan, si nos aprovisionamos de sensatez, responsabilidad y fe, seguro que la fuerza nos acompañará durante todo el trayecto.


DIARIO DE UNA CUARENTENA

8 marzo:
Siempre han existido vacunas naturales: los besos y abrazos son claro ejemplo, incluso he llegado a ver cómo una madre chupa el chupete de su hijo cuando se le cae al suelo.
Pero ahora nos prohíben hasta respirar delante de alguien.
Nos va a resultar casi imposible aparcar nuestros saludos efusivos con sabor a mediterráneo y convertirnos en fríos norteños.
Yo, siguiendo las recomendaciones para prevenir el coronavirus, ya les he dicho a mis hijos que los besos se los daré en la coro...nilla. No se van a librar de mis achuchones tan fácil!


12 marzo:
En estos días, sólo cabe una palabra: RESPONSABILIDAD. Por ti, por todos.


13 marzo:
Hoy, me imagino al Planeta Tierra y a nuestra Madre Naturaleza diciéndonos:
-"¡Aprended, pequeños humanos, aprended! No habéis sabido disminuir vuestro ritmo y, ahora, con este obligado freno, os toca aprender. ¿Seréis capaces?"
Y a los dirigentes políticos de todos los países, también los han reunido para exigirles:
-"¡¡¡En Sanidad NO se recorta, y en el cuidado del Medio Ambiente tampoco!!! Vuestra insensatez nos da una tregua en la espesa contaminación que sufrimos, pero haced todo lo posible para que nuestro pulmón siga respirando y nuestra bendita agua sea pura y limpia".


14 marzo:
La risa es uno de los mejores antídotos en momentos difíciles... que no es lo mismo que "tomarse a risa" lo que pasa, ¡porque la risa es un asunto muy serio!
A nuestros móviles nos llegan infinidad de vídeos y memes sobre el monotema de estos días (y los que nos quedan). La gente, la verdad, tiene mucho ingenio y, ahora, mucho tiempo para ocurrencias. Unas risas sanas nos sirven de bálsamo, bien lo sabemos.
Y en eso estoy, conmigo misma y con mis hijos, en hacer de este aislamiento un respiro, más que un suspiro.
Ya les he confesado a mis cinco hombres confinados que este bicho lo he creado yo en mi laboratorio para retenerlos en casa y poderlos disfrutar, ¡porque nunca les veo el pelo!
¡Disfrutad de la familia y de vosotros mismos!


15 marzo:
Si tu miedo te sirve para ser más responsable, prudente, solidario, respetuoso, sensato... ¡bienvenido el miedo!
Si tu miedo te produce exceso de ansiedad, insomnio, mal humor, boca seca, angustia... ¡el problema no es el virus, es tu mente!
Protégete de tus virus mentales, toma medidas de higiene mental:
-Practica ejercicios de respiración diafragmática varias veces al día.
-Haz relajación al menos una vez al día.
-Intenta estar positivamente ocupado para estar menos "pre-ocupado": leer, escuchar música, ver series o películas, cocinar, manualidades...
-Bebe agua con frecuencia para ayudarte a salivar y disminuir así la adrenalina.
-No te sobresatures de información, intenta desconectar la mayor parte del día.
-Mantén tus horarios y ritmos habituales de sueño y comidas.
-Aprovecha el sol que pueda entrar por tu ventana o sal al balcón o terraza si tienes.
-Mantén contacto telefónico con las personas que más aprecias.
-Busca excusas para reír. La risa es el mejor ansiolítico y antídoto contra el miedo.


16 marzo:
¡Qué ricos están mis cuatro hijos "confitados"! ¡Me voy a poner las botas estos días!


17 marzo:
Como en una guerra, si sales de tu trinchera, te pueden disparar o ser tú el que dispares.
Cada uno de nosotros somos una metralleta.
Por favor, ponte a salvo para salvar así otras vidas.
Luchemos por la paz, pero, en esta guerra, la lucha es sin usar nuestra metralla.
Ganaremos esta guerra si todos nos quedamos resguardados en nuestra trinchera, sin salir.
La vida es bella, pero también sabia.


17 marzo:
#yomequedoencasaviajando
Ahora que hemos aparcado los vehículos, trenes, autobuses, aviones... Justo ahora es cuando estamos realizando el viaje más importante de nuestra vida.
¡¡¡Feliz viaje a nuestro interior!!!


17 marzo:
Cada generación tiene su guerra, pero a nuestros mayores, que ya vivieron la suya, no les debería de tocar otra.
¡Por ellos, por todos, quédate en casa!


17 marzo:
Hoy he sacado de paseo a la bolsa de basura ;)
Antes, ninguno de mis hijos quería sacar la basura y, ahora, serían capaces de llevarla al contenedor más lejano.
Gestos simples que aprendemos a valorar de manera asombrosa.
¡Cómo cambia el cuento!


18 marzo:
Y cuando la hierba haya crecido,
y las sendas se hayan borrado,
nuestros pies harán nuevos caminos
y descubriremos nuevos amaneceres y paisajes.
Renacer para contemplar la luz más radiante.
#yomequedoencasarenaciendo


19 marzo:
#yomequedoencasadibujando
#yomequedoencasasoñando
Tal vez estoy loca, como me ha dicho mi hijo al verme dibujando esta paloma de la paz, pero los sueños son libres y vienen volando a posarse sobre nuestro hombro y nos susurran al oído todo aquello que deseamos desde lo más profundo de nuestro corazón.
Ojalá, algún día, podamos decir: "¡Gracias por la paz que nos trajo!"
Los milagros existen, yo los llamo "mi-logros". Hagamos ese milagro entre todos: aprendamos, cambiemos, seamos más humanos, cuidemos nuestro hogar-planeta... ¡vivamos en paz!
¡No dejemos de soñar!



20 marzo:
#yomequedoenmicasa...delujo
Cuántos quisieran tener una prisión como la nuestra.
Nuestro hogar, nuestro refugio, nuestro mundo.
Deja las quejas a un lado.
Siéntete agradecido.
Todo pasará.


20 marzo:
#psicopaseovirtualdesdemicasa
Mi casa es mi mundo, porque todo está en mi corazón.
Si tuviera que echar algo de menos, serían mis psicopaseos, mi respiro en medio de la prisa que siempre "llevábamos" entre manos.
Ya no hay prisa, se esfumó.
Ahora, he aparcado mi respiro de los psicopaseos, pero tengo otros respiros que estoy aprendiendo a valorar como los auténticos tesoros que son.
Estos días, una de mis benditas rutinas es hacer algo de ejercicio en casa. Y hoy se me ha ocurrido buscar en internet vídeos de Sierra Espuña para darme un psicopaseo virtual.
Hace años que hice esta maravillosa ruta a la Cueva de la Moneda con el Club Senderista de Totana. Qué recuerdos!
Cuando nos abran la veda, saldré al monte con mis botas de las siete leguas, y mi corazón, mi alma y todo mi ser gritarán al viento y al cielo: ¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!
Sierra Espuña, mi ventana, mi respiro, mi pasión, mi amiga, mi hombro... mi maestra.


20 marzo:
Estos días, recibo más visitas que nunca. Tengo mi casa siempre llena de invitados. Hace mucho tiempo que no me visitaban y han llegado en el momento más oportuno. A todos ellos los he invitado a que pasen con nosotros estas semanas, mientras pasa la tormenta, aunque la verdad es que me gustaría que siguieran visitándonos con mucha frecuencia.
El primer día de confinamiento llegó la prudencia; el segundo, la responsabilidad y la solidaridad; el tercero, la paciencia y la calma; el cuarto, la sencillez; el quinto, la esperanza; el sexto, la gratitud…
Otros han llamado a mi puerta al oír tanto barullo, pero al asomarme por la mirilla, directamente no les he abierto. El miedo, la impaciencia, el egoísmo, la queja, la ira, el aburrimiento, la tristeza… hasta un tal Coronavirus, insisten en entrar, no quieren alejarse de mi puerta por si, en un descuido, se pueden colar, pero yo hago lo posible por ignorarlos y cumplir, como anfitriona, de la mejor manera posible con mis queridos invitados.
¡Menuda “fiesta del pijama” que hemos montado! ¡No la olvidaré en toda mi vida!
Protégete, por ti, por los tuyos, por todos. No abras tu puerta a cualquiera. Hay quien va disfrazado de bueno, pero va armado de pies a cabeza.
¡Disfruta, aunque sea en pijama!
#yomequedoencasaenpijama


22 marzo:
#yomequedoencasarezando
Pasan los días, ya no nos hacen tanta gracia los memes, ni los chistes que tanto corren por nuestro móvil; de hecho, ya nos llegan menos.
La curva de la risa es inversa a la del coronavirus: conforme ésta crece, va disminuyendo la otra.
Hoy, ya más tocados, me he acordado de lo que hace tiempo estuve hablando con uno de mis hijos, y que me dio pie a publicarlo en uno de mis libros.
Seamos o no religiosos, todos rezamos, y más en momentos difíciles.
En medio de los pensamientos desalentadores que llaman a nuestra puerta, hacemos lo posible por cerrar los ojos, juntar nuestras manos, mirar hacia arriba, poner nuestras manos en el pecho y expandirlo para tomar aire profundamente y, después, soltarlo todo con fuerza para echar fuera el miedo y la tensión, al mismo tiempo que nos repetimos pensamientos de deseo y esperanza. Eso es rezar, y todos, creyentes y no creyentes, lo hacemos.
Recemos, hoy y siempre. Que nuestra fe y esperanza sigan intactas y nos den la fuerza suficiente para afrontar las duras lecciones que nos presenta la vida.
Y cuando todo pase, seguiremos rezando y todos alzaremos nuestra mirada al infinito y pronunciaremos la palabra más maravillosa de todas: ¡GRACIAS!



23 marzo:
#yomequedoencasa...enforma
Estar en casa no significa estar todo el día de brazos cruzados. Los que somos de no parar, no nos para una cuarentena. Y los que sean, por costumbre, de sofá y tele, ya pueden ir pegando un brinco y cambiar de hábito, porque ya sabéis: "mens sana in corpore sano". Y ahora, lo que más nos interesa es, sobre todo, lo de "mens sana". Así que... ¡p'arriba tol mundo!
Son muchísimas las opciones, internet está repleta de ellas.
¿Qué dices? ¿Que tu cabeza está llena de excusas para no moverte? Pues ya sabes: el primer paso será tirar a la basura todas esas excusas.
Yo confieso que he cambiado mis horarios: trasnocho y me levanto más tarde, pero desde que me levanto hasta después de cenar, no paro (las madres somos así, y más si tenemos una tropa numerosa como la mía).
Esta tarde, mientras mis hijos y mi marido hacían sus tablas de gimnasia, yo me he puesto un vídeo de ejercicios con step (yo he usado el step de la wii). He pasado un ratito muy entretenido y las calorías que he sudado me han servido como un maravilloso ejercicio de relajación.
¡Cuida tu "mens" cuidando tu "corpore"!


23 marzo:
"Un miedo se come a otro miedo".
¿Cuántos miedos se habrá comido el coronavirus?


23 marzo:
#yomequedoencasameditando
#yomequedoencasaescribiendo
Anoche os decía que si un miedo se come a otro miedo, el coronavirus se habrá comido un montón de miedos.
Y, ahora, pienso y medito... Para romper esta cadena de miedos, donde unos se van sucediendo a otros, sólo el AMOR puede ser la solución, el antídoto para todos los miedos, sin excepción. Pero, entonces... ¿qué es el amor? ¿Dónde está? ¿Dónde lo puedo encontrar?
El amor soy yo, es nuestro verdadero YO, el que habla de nuestros deseos, ilusiones, esperanza, sueños y pasiones. Es el que me abraza, me consuela, ilumina mi camino y me ayuda a vivir en paz.
El miedo es mi enemigo, el que se hace pasar por nosotros, es nuestro falso yo, el que nos habla de lo que no queremos que suceda, el que nos resta vida, el que nos ata de pies y manos, el que dirige nuestras pesadillas, el que nos maltrata y controla. Es el que se ríe de nosotros, nos retiene en su oscura prisión y nos roba nuestro mayor tesoro: la paz.
El amor, mi verdadero YO, vive en el PRESENTE, en el AQUÍ y AHORA.
El miedo vive siempre en el futuro. No existe, es imaginado, es inventado. Su objetivo es hacernos sufrir cuando lo traemos, con nuestro pensamiento, al presente, para suplantar y destronar a nuestro YO verdadero.
¿Cómo sé que estoy hablando con el AMOR, con mi YO?
¿Y cómo distingo si es el miedo el que me habla?
Sin duda, sé que estoy hablando con mi verdadero YO cuando me respondo a dos preguntas: ¿Qué quiero? ¿Qué puedo hacer? (preguntas con el verbo en presente).
Y, por el contrario, sé que estoy hablando con mi enemigo el miedo cuando escucho sus catastróficas respuestas a la pregunta: ¿Qué pasará? (pregunta con el verbo en futuro).
Abracemos a nuestro verdadero YO, él nos ayudará a encontrar la paz interior que tanto necesitamos.
Y ya sabéis: "El miedo es humo, ¡cuando sientas miedo, sopla!"


24 marzo:
#yomequedoencasa...demisión 
¡Buenos días, Guerreros!
Se nos ha encomendado una misión muy especial: sanar el Planeta Tierra para sanar al Hombre.
¡Entre todos, lo conseguiremos!
¡Ánimo, mis valientes!


25 marzo:
#yomequedoencasa...contandouncuento
Hace años, escribí un pequeño cuento que hoy viene a mi memoria. Dice así:
El sueño de una Luciérnaga… mi sueño:
“Cuenta la leyenda… mi leyenda… que había una vez una pequeña e insignificante Luciérnaga que cada noche soñaba que, con su débil luz, podía iluminar el camino de las personas. Pero cada mañana, al despertar, parecía que su deseo era imposible. No obstante, ella no desistió y su sueño seguía repitiéndose cada noche, tenía la certeza de que algún día se haría realidad.
Pasó el tiempo, su luz seguía siendo la misma, pero… cuál fue su asombro cuando vio que, una noche… una noche mágica… millones y millones de Luciérnagas la seguían en su vuelo. ¡Ahora sí que iluminaban todo! ¡Ya no existía la oscuridad!
Y desde entonces, todas las Luciérnagas se convirtieron en lluvia de estrellas fugaces… las Perseidas… y cada vez que pedimos un deseo con su Luz, se cumple.”
Es tiempo de que todos juntos, toda la humanidad, formemos una gran Lluvia de Luz para vencer a la oscuridad.
Tened por seguro que cada uno de nosotros, aunque seamos como pequeñas luciérnagas, somos imprescindibles y necesarios para que este sueño se haga realidad.
¡Enciende tu luz y compártela!


26 marzo:
Este nuevo miedo, que a todos nos ha pillado por sorpresa, se irá, te lo aseguro, ten fe.
Pero lo que también debes proponerte, desde ya, es que los miedos y las preocupaciones que antes ocupaban tu mente tampoco vuelvan nunca más.
Si para algo nos tiene que servir esta dura experiencia es, entre otras muchas cosas, para aprender a relativizar y darle importancia a lo que de verdad tiene importancia: la salud de los nuestros y la propia. A todo lo demás no merece la pena dedicarle nuestro sufrimiento, y ya sabéis a lo que me refiero porque, hasta hace dos días, le dedicabais mucho tiempo y muchas horas de vuestro sagrado descanso.
Y, cómo no, otra de las grandes lecciones que estamos aprendiendo es la de valorar y agradecer más TODO lo que la vida nos regala a cada instante.
Sigamos aprendiendo, sigamos evolucionando en nuestro interior para conseguir la paz a través del AMOR.
Caminemos, el sendero está hecho aunque ahora no lo veas.
#yomequedoencasa...evolucionando


26 marzo:
... y, por unas semanas, la especie humana fue humana.


27 marzo:
#yomequedoencasa...trabajandogratis
Desde que comenzó el aislamiento, estoy atendiendo por whatsapp y teléfono a quien me consulta. Me preguntan por mis honorarios, pero a todos les digo que, mientras dure esta situación, no voy a cobrar nada, que no se preocupen en absoluto por el dinero y que, por favor, no se sientan en deuda conmigo, porque lo hago con todo mi cariño y ya me pagan con creces con la confianza que depositan en mí.
Pero, justo hoy, recibo mensajes de Cáritas y Cruz Roja, entre otras asociaciones, que ahora necesitan más que nunca, si cabe, la ayuda de todos, y he pensado, a ver qué os parece a vosotros, que si alguien requiere de mi ayuda a distancia y, de alguna manera, se siente en deuda conmigo o agradecido, que me encantaría que haga una donación, como aportación voluntaria, a una de estas asociaciones que he mencionado. Sería para mí un honor serviros de ayuda a vosotros y ser útil también a todas las manos que están ayudando a los más desfavorecidos.
Aquí estoy, a vuestro lado siempre.


27 marzo:
yderepente... #yomequedoencasa
Y, de repente, la empatía anida en todos los corazones.
Y, de repente, la solidaridad brota a cada paso.
Y, de repente, todos somos uno.
Y, de repente, un mismo deseo nos une.
Y, de repente, renace la humanidad.
Y, de repente, lo pequeño se hace grande.
Y, de repente, el tiempo se para.
Y, de repente, la prisa desaparece.
Y, de repente, cada amanecer es más valioso.
Y, de repente, somos una única nación.
Y, de repente, el Planeta sana.
Y, de repente, la Vida vuelve a brillar con más fuerza.
Y, de repente, todo se transforma... para bien.
¡Que así sea por siempre!


28 marzo:
Y a ratos, 
un nudo en la garganta 
nos dice que estamos vivos, 
somos humanos y sentimos.
Respiremos gratitud.


28 marzo:
Cifras, cifras y más cifras.
Quisiera aislarme también de las cifras desalentadoras, 
de los números que multiplican, 
de las curvas que ascienden casi en vertical...
Ahora, recluidos en nuestro refugio, 
lo que más necesitamos son PALABRAS, 
y menos números.
Palabras que hablen de amor y esperanza.
Palabras que expresen luz y sosiego.
Palabras que sanen y alivien.
Palabras, incluso, que me roben una sonrisa.
Palabras que alimenten mi alma.
Palabras que aviven mi fe.
Palabras que clamen al cielo.
Palabras que nos den fuerzas y ánimos.
Palabras de consuelo.
Palabras que borren los números.
Palabras que dibujen curvas descendentes.
Palabras convertidas en música.
Palabras transformadas en pinceles multicolor.
Palabras que nos abracen.
Palabras que aplaudan.
Palabras que canten a la Vida.
Palabras que sequen nuestras lágrimas.
Palabras que nos hagan humanos.
PALABRAS DE AMOR Y PAZ.
#YoMeQuedoEnCasa...ConMisPalabras


29 marzo:
Muchos guerreros caerán en la batalla. Ojalá sus pérdidas no sean en vano y cambiemos.


29 marzo:
Yo he adelantado el reloj quince días. Estad tranquilos, todo está en calma ya.


29 marzo:
Pensándolo bien, el aislamiento lo teníamos antes. Ahora es cuando más conectados estamos.


30 marzo:
Mis hijos me tienen confinada en la cocina.


31 marzo:
No me explico cómo tenía antes tiempo de trabajar y de hacer tantas cosas. Si ahora, estando sólo en casa, ya se me va el día volando. Esto me hace pensar que, verdaderamente, la vida que llevábamos, tan llena de estrés y prisas, no era vida.
Tanto correr que no apreciábamos lo más importante: mirar la vida de frente, con la serenidad suficiente para contemplar los regalos que nos ha dado. Sólo cuando nos paramos es cuando nuestro corazón está preparado para dar las GRACIAS.
Encontrarnos con nuestro YO, aprender a hacer las paces con nosotros mismos, esa es nuestra misión y el punto de partida para la nueva vida que estamos forjando.
RENACER, volver al SER, y alejarnos del "tener" que regía nuestra otra vida.
¡Bienvenidos a la VIDA!
#yomequedoencasaagradeciendo


1 abril:
#YoMeQuedoEnCasaCambiandoDeTema
#YoMeQuedoEnCasaCocinando
Pues sí, voy a cambiar de tema, aunque sea por un rato, y vamos a hablar de recetas de cocina que durante estas semanas hemos experimentado e incorporado a nuestro repertorio.
Con la Calma como invitada de honor en nuestras casas, y confinada como estoy en la cocina, se pueden cocer las cosas a fuego lento, como antaño era tradicional. Y desempolvando recetarios ya olvidados, o tirando de vídeos de internet, todos sabemos cocinar de maravilla, porque "el que sabe leer, sabe cocinar". Así que no hay excusas.
Ya que no os puedo invitar a comer, me gustaría invitaros a participar en los comentarios compartiendo enlaces de recetas nuevas que ya hayáis hecho estos días y que hayan tenido éxito. Yo, por mi parte, también lo haré, pero os adelanto que todas las recetas que he experimentado son "Psiconutricionales", cien por cien saludables para la mente y el cuerpo, como manda la ley, y yo :)
Ya me iréis contando. ¡Que aproveche!


1 abril:
...y comprobamos 
que no eran necesarios tantos templos, 
porque el verdadero templo 
es nuestra sagrada casa.
Y comprendimos 
que no era necesario trabajar tanto 
para comprar más, 
porque el auténtico tesoro 
está en nuestro corazón, 
y no se compra.
Y entendimos que cerrar la puerta 
era abrirse al mundo.
Y, por fin, aprendimos 
que todos somos uno.


1 abril:
Confesadlo, ¿cuántas veces habéis deseado que no se acabara el fin de semana?
¡Cuidado con lo que deseas porque podría suceder!


2 abril:
Cuando una puerta se cierra, ¡millones de balcones se abren!


3 abril:
Quien diga que este año no hay Semana Santa está muy equivocado.
No habrá imágenes paseando por las calles, ni personas "disfrazadas" de nazareno o con sus mejores galas, ni gente abarrotando los bares, ni buches llenos de caramelos y empanadillas... Pero sí habrá muchos "Cristos" llevando su cruz, "Dolorosas" y "Manolas" derramando lágrimas que les brotan del alma y "Nazarenos Sanitarios" acompañando sin descanso la "Pasión" de los que dan la vida por nosotros, por toda la humanidad y por nuestro hogar, el Planeta Tierra.
Sonarán desde los balcones, con más emoción que nunca, los tambores y trompetas, las bandas y orquestas, las desgarradoras saetas y los más que merecidos aplausos a los ángeles con bata blanca.
No veremos procesiones, pero veremos desfilar por nuestras calles a nuestros cuidadores y defensores con sus uniformes de policía, guardia civil, protección civil, ejército...
No será Santa sólo una Semana, serán muchas más, pero estaremos en nuestro palco preferente, ese que está en la fachada de nuestra casa abierto al mundo entero, con las manos unidas tocando nuestro corazón, rezando, deseando que todo vuelva a su orden, pero no al falso "orden" que antes teníamos, sino al verdadero ORDEN que toda la humanidad y nuestro Planeta necesitan.


4 abril:
Los albañiles, se sabe cuándo empiezan, pero no cuándo terminan.
¡Disculpen las molestias!
La imagen puede contener: texto


4 abril:
Una nueva psicopatología se ha detectado: "Síndrome del nido lleno".


5 abril:
En mi “otra vida”, yo trabajaba y hacía muchas cosas que ocupaban todo mi tiempo, dejando de lado otras cosas para las que nunca quedaba tiempo.
Hoy, he dedicado mi tiempo a complacer un deseo de mis hijos que con mucha frecuencia me han estado reclamando durante años: “Mamá, hace mucho tiempo que no nos haces croquetas”, me repetían; y a lo que yo siempre respondía: “No tengo tiempo”.
En mi “vida presente”, que se parece mucho más a una vida que la “otra”, ya tengo todo el tiempo del mundo para mis hijos, que son lo más sagrado que la vida me ha dado.
Mientras hacía ¡84 croquetas!, he tenido tiempo de pensar… de filosofar, y he llegado a la conclusión de que “el AMOR y la FELICIDAD están en los detalles más pequeños, tan pequeños como una simple croqueta”, que condensa todo el amor de una madre que con paciencia la moldea para hacer felices a sus hijos.
¡No han durado en el plato ni cinco minutos!


5 abril:
Estoy verdaderamente preocupada por mi marido, hace cosas muy extrañas estos días. Hoy, por ejemplo, ha cogido la escoba.


6 abril:
Tus manos son mis manos, y mis manos son las tuyas. Tengamos cuidado con lo que tocamos y vamos a lavarlas correctamente. Ok?


6 abril:
No tengas miedo, ten CUIDADO. Protégete para proteger.


7 abril:
Estos últimos días, ya he empezado a escuchar en casa algún tímido "me aburro", y yo aprovecho el momento para contarles a mis hijos una de las grandes lecciones que me enseñó mi madre, que era, y sigue siendo, mi otro Yo.
En más de una ocasión, cuando yo iba cada mañana a pasar un gran rato con ella, y ya rondaba y pasaba los 90 añazos, ella me decía: "Yo nunca me aburro. No entiendo cómo hay gente que dice que se aburre, yo siempre tengo algo que hacer".
A su ritmo, ella iba haciendo sus cosillas: cuidar la casa, hacer la comida, algo de costura, regar sus plantas, rezar, leer, ver la tele (su misa y algún programa)... Aunque ya no salía de su casa, salvo para cosas muy puntuales, no lo echaba de menos en absoluto. Su casa era su mundo. Una de sus frases preferidas era: "Quien dijo casa dijo Gloria".
Yo, como si en vez de su hija fuera su alma gemela, la entendía perfectamente, porque yo pensaba igual que ella: nunca me aburro. Es más, sé el secreto para no aburrirse, porque ella, con su ejemplo, me lo transmitió: AMAR TODO LO QUE HACES, sea lo que sea, aunque no estés haciendo nada, aunque estés simplemente descansando o sumida en tu pensamiento (y ella en sus rezos), lo importante es poner amor en todo, en cada segundo de vida.
Hoy quería compartir con vosotros este pequeño gran recuerdo que guardo en mi corazón, y espero que os ayude tanto como a mí.
Estamos en casa, en nuestra GLORIA.
Pongamos AMOR en todo lo que hagamos y todo será mucho más fácil.
Todos los momentos que vivamos merecen ser disfrutados.
¡Bendita Gloria tengáis!


7 abril:
Algún día, recordaremos con nostalgia estos días. Disfrutad el momento presente, yo lo llamo CORONAVIDA.


8 abril:
Acabo de escribirle a Juan José Cánovas, nuestro Alcalde, para hablarle sobre la idea que me ronda por la cabeza y pedirle permiso para llevarla a cabo.
En mi deseo de ayudar y ser útil en estos días, me gustaría regalar mis libros y los de mis autores.
El alcalde me enviará un documento para darme permiso para entregar los libros en la misma puerta de las casas de las personas que me los pidan (sólo en Totana).
Quien le apetezca leer alguno de estos libros puede enviarme WhatsApp al 686829787.
Leer es siempre una puerta abierta de par en par a la vida.
Estáis todos invitados a cruzar esta maravillosa puerta.


9 abril:
...y, poco a poco, nos fuimos haciendo conscientes de las chorradas que antes nos preocupaban, y de tantas cosas de las que nos quejábamos sin motivo, cuando lo teníamos todo para ser felices y no lo apreciábamos.
Y empezamos a ver con claridad, la luz interior empezó a hacerse más intensa y la superficialidad dejó paso a la profundidad.


11 abril:
La solidaridad está en tus manos,
cuando te las lavas. 
Y también está en tus pies,
cuando no pisas la calle.
Cuídate.
Cuídanos.


11 abril:
Hola cocinillas!!
Os presento el "CRESPILLO DE GARBANZOS", típico de mi pueblo natal, La Paca (Lorca).
Aunque estas semanas he estado experimentando algunas recetas nuevas que he ido viendo por internet, hoy he ido a lo seguro y tradicional, recordando los placeres de la cocina de mi madre que, con sus divinas manos, nos deleitaba el paladar.
Os paso esta receta de mis ancestros, os aseguro que ¡está de vicio!
La masa es como la del pan, pero sustituyendo parte del agua por aceite.
Ingredientes: garbanzos secos (no valen los de frasco), 200 gr de agua, 150 gr aceite, 600 gr de harina, 2 cucharaditas de sal, 1/2 cucharadita de azúcar y 40 gr de levadura prensada.
Poner los garbanzos en remojo el día de antes (con sal en el agua).
Elaborar la masa como tengas costumbre (con máquina o a mano). Con esa cantidad, tienes para dos crespillos, dependiendo del tamaño de tu bandeja del horno.
Extender la mitad de la masa directamente en la bandeja y ponerle los garbanzos encima, hundiéndolos en la masa.
Meter al horno 30' a 50º hasta que haya fermentado. Volver a hundir los garbanzos con cuidado. Seguidamente, subir la temperatura a 200º durante aproximadamente otros 30'.
Y mientras se hace, vas preparando el otro crespillo porque te aseguro que va a volar de la mesa en cuanto los pongas.
¡Que aproveche!


11 abril:
Párate por un momento y responde a estas preguntas: ¿volverías a tu vida anterior tal y como la tenías montada? ¿O cambiarías algo?
Si piensas en cambios, ¡ahora es el momento!
¡Vive la vida que quieres!


12 abril:
...y me quité la coraza oxidada, 
me deshice de las botas de las siete leguas 
que me llevaban demasiado rápido 
por el camino de la vida, 
me aflojé el cinturón del estrés 
que tanto me oprimía, 
me lavé mi cara con agua fresca 
para que mis poros respiraran, 
me recogí mi pelo 
sin mirarme en ningún espejo 
y dejé que mis canas lucieran su brillo 
como reflejo de la sabiduría que dan los años... 
Y, así, refugiada en mi casa, 
descubrí mi belleza interior 
y me sentí libre.
Me vestí con mi pijama de libertad, 
desconecté el despertador, 
silencié los ruidos de mis miedos, 
respiré hondo... 
olía a amor y esperanza, 
y me abracé como nunca a la vida 
haciendo las paces conmigo misma.
Ahora soy yo, 
me he encontrado, 
por fin.



13 abril:
A LAS FUTURAS GENERACIONES LES CONTAREMOS QUE…
Las personas que trabajan en centros sanitarios cobraron conciencia de que son auténticos héroes de bata blanca.
Las personas que trabajan en supermercados y tiendas de alimentación se ganaron la admiración de todos.
Los transportistas y repartidores descubrieron que su corazón es más grande que su camión.
El Cuerpo de Seguridad del Estado (Policía, Guardia Civil, Ejército, Protección Civil…) comprobaron que no son necesarias las armas, sino sus almas solidarias.
Los futbolistas, despojados de su ego, reconocieron que son totalmente prescindibles en la sociedad y, aunque sus bolsillos seguían llenos, sintieron que no eran merecedores de atesorar tanto haciendo tan poco.
Los autónomos, a pesar de la dureza del momento, aprendieron que el descanso laboral, del que durante años se han privado, es muy humano y necesario.
Los científicos gritaron, una vez más, que es necesario invertir más en investigación para prevenir situaciones difíciles futuras.
Los políticos… cometieron muchos errores porque son personas y la situación era nueva para todos, pero nadie hubiera querido estar en su piel, aunque hubiera muchos “listos”, demasiados, que les echaran en cara lo que deberían de haber hecho.
El PUEBLO fue el protagonista más importante, el que verdaderamente logró el éxito en la superación de la crisis del coronavirus. Confinados en nuestras casas, con responsabilidad, solidaridad, prudencia y paciencia, todos fuimos sumando gotitas de luz para terminar formando un mar de paz, amor y solidaridad.
Y la Tierra, nuestra madre, respiró aire puro, se lavó la cara con lluvia purificadora y el viento arrastró gran parte del orgullo venenoso del hombre.


13 abril:
Sospecho que la España "vaciada" se va a llenar en un futuro muy cercano.
"Me voy p'al campo que la ciudad yo ya no la aguanto..."


14 abril:
Las semanas anteriores al confinamiento, tuve el privilegio de impartir un montón de talleres en la Biblioteca Municipal de Totana, a aproximadamente 400 alumnos de Primaria de diferentes colegios del municipio. La mayoría de esos talleres estaban dedicados a contarles parte del contenido de mi libro-relato "Un botiquín para Elisa". La experiencia fue maravillosa para mí y, por las caras que ponían los niños y sus profesores, para ellos también.
Durante la charla, les iba enseñando, y ellos a mí, todo lo que contiene el Botiquín de la Vida para sanar y mejorar nuestro bienestar, alejando de nosotros al peor de los enemigos: Don Miedo.
Al final del encuentro, les regalaba un póster como recuerdo para que lo pusieran en la pared de sus aulas... ¡y allí quedaron pegados, solitarios, sin ojos de niños que los miraran!
Por eso, hoy se me ha ocurrido compartirlo con vosotros, para que todos los niños, y no tan niños, lo tengan siempre a la vista.
Como podéis comprobar, la inmensa mayoría de nosotros hemos echado mano estas semanas de muchas de las cosas que contiene este mágico botiquín: intentamos relajarnos y respirar profundamente para conseguir paz... paz-ciencia; disfrutamos más del amor de los que nos acompañan (y de los que viven en nuestro corazón, aun en la distancia); recurrimos a la sensatez e inteligencia para mantener un espíritu positivo; la imaginación junto con la creatividad están en pleno auge; contactamos de manera más "cernana" con amigos y familiares; las paredes de nuestra casa no son excusa para mantenernos en forma e ideamos miles de formas de hacer ejercicio; a diario, nos reímos con infinidad de memes, vídeos y un sinfín de chistes de personas solidarias que aportan su granito de arena con sus ocurrencias, porque saben que la risa espanta los males; y, cada día que pasa, nuestro corazón se siente agradecido porque, a pesar de las circunstancias, seguimos adelante, con amor y esperanza, todos unidos más que nunca.
¿Y qué pinta en el botiquín lo de "salivar"?, os preguntaréis. Pues mucho. La Psicología también está en nuestra saliva. Quien saliva correctamente, tiene su ansiedad más controlada. Una boca seca, con lengua pastosa, es indicativo, entre otras cosas, de un estado anímico muy bajo.
¿La receta cuál sería? Beber suficiente agua y aprender a salivar por propia voluntad, por ejemplo repitiendo mentalmente: "Mi boca se llena de saliva fluida como el agua". Haced la prueba, veréis cómo de debajo de vuestra lengua, como si ahí hubiera un manantial, fluye la saliva y se forma un charquito que te ayudará a humedecer toda tu boca.
Agradezcamos a la Vida todo lo que nos regaló al nacer en ese maravilloso Botiquín.
¡Alejemos de nosotros al CORONAMIEDO!



15 abril:
No os molestéis en culpar o criticar a unos o a otros. Aquí y allí, y en todo el mundo, ya sabemos quién gobierna y manda: uno que lleva corona y no es rey.
Sólo hay un sitio donde no puede mandar: ¡en tu casa!, si te quedas con tu puerta cerrada.
¡Cumple tu parte, y cierra también tu boca, no te vaya a entrar el bicho!


16 abril:
Creo que se va a poner de moda la ropa manchada de lejía.


17 abril:
Al igual que el Ratoncito Pérez, yo también he conseguido el permiso oficial de nuestro alcalde para regalar libros a quien me los pida.
Hoy ha sido el primer día que he salido de mi casa desde que comenzó la cuarentena. Pasear en coche por todas las calles de Totana es desolador, tan desiertas... pero esa es precisamente la buena noticia: que prima la responsabilidad.
Mi autonorma para entregar una treintena de libros ha sido no bajarme del coche en ningún momento, y así lo he cumplido.
Al llegar a la puerta de cada persona, la llamaba por teléfono para que se asomara. Qué alegría volver a ver a tanta gente conocida, la sonrisa se nos salía de la mascarilla y los ojos hablaban por sí solos.
Algunas personas salían con su monedero o con el dinero en mano e insistían en pagarme, pero yo les decía que no, que era un regalo y no tenían que pagarme nada a mí, que si estaban interesados en pagar de alguna manera su agradecimiento, que lo hicieran dando un donativo a Cáritas de Totana, que ellos son los que de verdad lo necesitan ahora más que nunca para ayudar a tantas y tantas familias. Su labor es siempre heroica y se merecen todo nuestro apoyo.
No me ha dado tiempo a repartir todos los libros que me han encargado, pero como todavía nos queda un rato de estar confinados, otro día continuaré con mis psicopaseos libreros.
He disfrutado mucho regalando gotitas de luz en papel.

   La imagen puede contener: texto


17 abril:
Es tal el lío que tengo a la hora de limpiar y desinfectar, que tengo miedo de que un día me equivoque y me lave las manos a 60°.


17 abril:
Nadie os ha hablado hasta ahora de otro enemigo que puede infectarnos durante esta cuarentena. Yo lo llamo IRAVIRUS.
Encerrados en casa, agobiados por el confinamiento, el posible contagio, las medidas extremas de higiene y desinfección, la repercusión económica, la ausencia de contacto social... es fácil que nos cobre la factura de perder el control emocional en determinados momentos.
A veces, sin venir a cuento o por cosas aparentemente insignificantes, nos sorprendemos a nosotros mismos con un grito, un insulto, un golpe... Y la paciencia, en décimas de segundo, se va de un plumazo, a pesar de todo el esfuerzo que estamos poniendo en ello, por nosotros y por los que nos acompañan.
A todos nos puede pasar, lo sé, pero no nos podemos permitir ese lujo, y mucho menos ahora, porque la persona que tenemos al lado, que lo está dando todo para conllevar estas semanas lo mejor posible, NO SE LO MERECE.
Hemos de estar muy atentos y llevar siempre el respeto como bandera.
Por eso, si alguna vez crees que por tu boca pueden salir fuego de dragón y puñales envenenados... ¡por favor, salte al balcón y te cantas una en un agudo de Do Mayor Sostenido que te ayude a soltar toda la tensión que has acumulado hasta el momento! Y ya, más tranquilo, entras de nuevo a la casa y abrazas a los tuyos, ya que eres tan afortunado de no estar solo en esta guerra.
Cuídate de tus propios demonios y no contagies a los que tanto te quieren.


18 abril:
Lo más difícil del confinamiento es desconfinarnos de la cama...
¿O eso nos pasaba ya de antes?


19 abril:
¿Cuál es tu cielo?
En mi pequeño momento de reposo, sentada en el sillón del comedor, el silencio me invita a mirar a mi alrededor. Veo a mis cinco hombres (mi marido y mis cuatro hijicos) y me digo: ¡Este es mi cielo!
Un agradecimiento enorme palpita en todo mi ser. Todo está en orden, me repito. Y respiro profundamente el aire de paz que inunda mi casa en este preciso instante, y reflexiono sobre los cielos que tenemos en la tierra.
Ay, qué vida es esta que nos hemos inventado tan ajetreada, tan distraídos que vamos cada día que ni nos da tiempo a fijarnos en nuestros cielos. Pero la vida, sabia como es, nos ha obligado a parar y mirar hacia dentro, en lo más profundo de nosotros, y hacia afuera, con calma.
Pueden ser muchos los cielos que tenemos, pero tienes que saber que dos de sus características principales son la simplicidad y la brevedad; y justamente esas dos características son las que les dan su enorme valor, pero también entrañan la dificultad para detectarlos. Debemos de estar muy atentos para descubrirlos y embriagarnos de su poder mágico.
Un cielo puede ser tan simple y fugaz como un beso; pero si lo descubres, su tamaño es infinito y será eterno, porque vivirá para siempre en tu alma.
Un cielo vive en tu presente, no lo encontrarás nunca en el pasado ni en el futuro; solo se vive aquí y ahora. Estate atento a lo que te rodea, te sorprenderás.
¡Vive tus cielos!


20 abril:
¿Quieres viajar?
Existe un medio de transporte seguro, cómodo y barato: LIBROS.
Viaja libre por el mundo del saber, desde tu casa.


21 abril:
Cuarentena lluviosa...
La leyenda de la avioneta era un bulo. Pero liberar el cielo de la plaga de aviones ha sido una bendición.


23 abril:
Cada día que pasa, se acusan más las dificultades para sobrellevar el confinamiento. Los psicólogos lo sabemos muy bien porque el número de llamadas que recibimos va en aumento.
Por mi parte, aunque sea desde mi casa y por teléfono, siempre podéis contar conmigo durante este tiempo, y no seréis considerados clientes, sino compañeros de batalla.
Don miedo llama constantemente a nuestra puerta, la ansiedad es muestra de ello. Pero tenéis que hacer todo lo posible para no responderle ni permitirle el paso a vuestro sagrado hogar.
Reducir el nivel de ansiedad es básico. Requiere entrenamiento, es cierto, pero todos lo podemos conseguir si ponemos empeño y constancia a la hora de practicar las técnicas psicológicas apropiadas: respiración, relajación, pensamiento positivo, visualización...
No existen las varitas mágicas, los psicólogos tampoco las tenemos, pero existe, y debe de existir, la fuerza de voluntad para ayudarte a ti mismo, porque este trabajo nadie lo va a hacer por ti, el psicólogo solamente es un guía, un maestro que te enseña el camino que tú tienes que andar.
Seguiremos caminando, de eso sí estoy plenamente segura.
¡Fuerzas, compañeros!


23 abril:
Hoy, démosle el protagonismo más que merecido a los libros y celebremos su gran día universal abrazándolos y dándoles las gracias por tanto que nos han dado.
Yo creo que los libros están encantados con este largo confinamiento, porque el amor a la lectura nos está volviendo a hipnotizar y sabemos muy bien que, abriendo un libro, nos abrimos al mundo. Con ellos, podemos viajar, sentir, comprender, aprender, conocernos y enamorarnos.
La puerta de nuestra casa estará cerrada, pero la puerta de la imaginación que poseen los libros está siempre abierta de par en par.
Y qué mejor que celebrar este Día, y este Mes del Libro, ¡regalando libros!
Pasad sin llamar, la puerta está abierta.
¡FELIZ DÍA DEL LIBRO!


24 abril:
No te hagas muy amigo del sofá, no sólo se traga monedas y llaves, también te puede tragar a ti.
¡Levántate, huye de sus fauces!


25 abril:
OBJETIVOS Y PAUTAS A SEGUIR CON LOS NIÑOS ANTE EL DESCONFINAMIENTO
Con responsabilidad y solidaridad, todo irá bien en la salida gradual de los más pequeños.
En nuestras manos está el éxito de este primer paso hacia la normalidad que tanto deseamos.
Comenzar la primera fase de desconfinamiento dejando salir a los niños me parece una medida muy acertada, siempre y cuando se haga con sensatez y responsabilidad, cumpliendo las pautas establecidas.
Durante todas estas semanas, desde que se cerraron los colegios y centros educativos, los niños se han convertido también en superhéroes, dándonos un ejemplo increíble a los adultos, no me cabe ninguna duda. Y, ahora, nos toca a nosotros corresponderles de igual manera.
Los objetivos que se persiguen con las medidas adoptadas por el Gobierno, desde mi punto de vista como profesional de la Psicología, deben servir ante todo para mejorar el bienestar físico y psicológico de los menores, cubriendo sus necesidades básicas en ambos sentidos: mejorar la oxigenación; tomar el sol, por su aporte vital de vitamina D; hacer ejercicio, sea paseando simplemente o jugando; salir un poco de la rutina de la cuarentena; y, sobre todo, favorecer el acercamiento progresivo a la normalidad, disminuyendo así la ansiedad y el miedo que muchos de ellos están sufriendo.
Por otra parte, es imprescindible que los adultos (padres, madres, hermanos mayores…) cumplan a su vez unos consejos esenciales:
-Evitar, en todo lo posible, que vean las noticias en televisión sobre la pandemia.
-No dramatizar delante de ellos.
-No mantener conversaciones desalentadoras estando ellos presentes.
-Organizarles el día con diferentes actividades lúdicas, además de sus tareas escolares si las tienen.
-No permitir que estén todo el día utilizando pantallas (móvil, Tablet, ordenador, televisión).
-Compartir con ellos gran parte de su tiempo a través de juegos, actividades divertidas, creatividad, conversaciones…
-Llevar un orden correcto en sus horarios de sueño y alimentación. En gran medida, el problema casi generalizado de insomnio que se está produciendo, tanto en niños como en adultos, se debe a un desajuste en los horarios (además de a la falta de ejercicio que para los niños es esencial), al permitir que se levanten demasiado tarde por las mañanas.
-Si un niño siente miedo por la noche, la solución no debe ser acostarse con él o dejarlo que duerma en la cama de los padres. Siempre es aconsejable consultar con un especialista para dar solución adecuada a sus miedos.
-Explicar, con la mayor naturalidad posible, transmitiendo ante todo responsabilidad, los pasos y normas a seguir a la hora de realizar las salidas a la calle que les son permitidas.
Y respecto a las pautas que ha dictado el Gobierno, yo haría particularmente algunas observaciones:
-La medida no atañe por igual a todos los niños, no se puede nunca generalizar. La necesidad de realizar salidas depende de dos aspectos: de las condiciones en las que el menor está confinado, si es un piso pequeño o vive en una casa con patio o amplia terraza; y del estrés que le pueda suponer al niño salir y enfrentarse a un miedo mayor del que ya tiene, en cuyo caso no se le puede obligar, sino más bien ir persuadiendo para que vaya haciendo salidas cortas en cuanto a tiempo y distancia, gradualmente, con el fin de llevar a cabo una desensibilización sistemática no traumática que le vaya ayudando a superar su miedo inicial.
-Que sea el niño el que decida si quiere salir, nunca obligarle.
-Y que sea él el que decida también si quiere llevar protección con mascarilla o no.
-Si tiene mascota, sería ideal que la sacara de paseo, así se sentiría más relajado y distraído.
-No soy, en absoluto, partidaria de que salgan a la calle con pelota, no me parece oportuno, sobre todo, si viven en zona urbana, pues deben evitar que sus manos la toquen después de haber estado rulando por el suelo (los niños tienen más dificultad para controlar no llevarse la mano a su cara). En cambio, llevar mascota, patinete o bici, sí me parece adecuado, siempre y cuando se mantenga muy cerca del adulto que le acompañe.
En nuestras manos está, en gran medida, el éxito de este primer paso. Estoy convencida de que, con responsabilidad y solidaridad, todo irá bien en la salida gradual de los más pequeños, y ello nos irá dando confianza y seguridad para proseguir el camino hacia la normalidad que tanto deseamos.


27 abril:
El viernes recibí un WhatsApp de una maestra del Colegio San José de Totana pidiéndome que le hiciera un vídeo o un audio para sus alumnos, recordándoles lo que les estuve enseñando en un taller que les impartí unos días antes del confinamiento.
En ese mismo instante, mi cabeza se puso en modo "creatividad" y le dije que haría algo muy especial no sólo para sus alumnos, sino para todos los niños.
He dedicado todo el fin de semana a este vídeo que hoy comparto con vosotros, y creo que ha merecido la pena todo el tiempo que me ha llevado. A mí me encanta, ¿y a vosotros?
Me siento muy feliz de que el vídeo esté colgado en la web de los coles.


27 abril:
Miedo, no.
Pero PRUDENCIA, toda.


29 abril:
Tenemos que aprender a distanciarnos físicamente... 
y a acercarnos más emocionalmente.
Todos somos uno.


1 mayo:
Poner CONCIENCIA EN LAS MANOS es la nueva lección que debemos de aprender y practicar, con el fin de protegernos al máximo en el reto al que nos enfrentamos en las próximas semanas de desescalada. No es suficiente con ponernos mascarilla y guantes, tenemos que estar muy atentos a nuestras manos, cobrar conciencia de todo lo que hacemos con ellas cuando estamos fuera de casa.
Tocarnos la cara, el pelo, las gafas, morderse las uñas, hurgar en la nariz... es, en muchas ocasiones, el reflejo de un hábito nervioso, una costumbre que hacemos de forma automática, sin ser conscientes de ello. Algunos de estos movimientos, si os observáis, se suelen incrementar en situaciones de relaciones sociales, a veces incluso por timidez.
También tenemos gestos aprendidos que tenemos que desechar: taparse la boca cuando nos reímos, tirar un beso tocándonos los labios, pedir silencio con el dedo índice en los labios...
Y también podemos comprobar que uno de los motivos habituales de tocarse la cara es para rascar algún lugar que pica. Si cedes a este impulso de rascarte, tu boca, tu nariz y tus ojos pueden estar más expuestos. Sin embargo, casi todos estos picores faciales son temporales. Por ello deberías aguantar alrededor de medio minuto desde la primera sensación de picor facial antes de alzar la mano y llevarla a la cara. Casi todos esos picores habrán desaparecido antes de que transcurran los treinta segundos, y ya no sentirás el impulso de rascarte.
Os enseñaré una técnica psicológica, llamada REACCIÓN DE COMPETENCIA, para aumentar vuestra conciencia en las manos: es tan simple como mantener tus puños cerrados o agarrar algo con tus manos con fuerza para reducir la tentación de rascarte o evitar que tus manos vayan a la cara si estás en un lugar con determinado riesgo o has tocado algo que no sabes si está desinfectado.
Espero que os sea de utilidad mi consejo.
Id practicando ya en casa porque el domingo... ¡SALIMOS AL RECREO!


2 mayo:
Ha merecido la pena la larga espera, esta lluviosa primavera me había preparado una maravillosa alfombra de flores para mi primer Psicopaseo.
Hoy también es día de agradecimiento, como todos.


3 mayo: Día de la Madre
Hoy decimos lo que deberíamos decir todos los días del año, 
incluso aunque ya estén en nuestro cielo:

"GRACIAS, MAMÁ".

3 mayo:
-Mamá, ¿qué quieres que te regale?
-Mi mayor regalo eres tú, mi vida.


4 mayo:
Aunque yo no tengo, ni he tenido, ningún impedimento para atender personalmente las consultas en mi gabinete, desde el principio del confinamiento decidí, y lo sigo manteniendo, que mientras dure el Estado de Alarma atenderé, de forma gratuita, todas las consultas de Psicología por teléfono (686829787).

4 mayo:
Me temo que el mundo se llenará muy pronto de guantes de plástico. Y pensar que unas semanas antes de la pandemia estábamos empezando a hacer planes, aunque fuera mínimamente, para eliminar los plásticos de un solo uso.
El mundo va a pasar, de ser un pañuelo, a ser un guante. Pobrecillo. De verdad, no creo que sean tan necesarios para los que no somos sanitarios, si teniendo prudencia y responsabilidad es suficiente.
A mí, una persona con guantes no me garantiza más seguridad que una que no los lleve.
Pero ver tantos guantes tirados por el suelo en las calles, incluso en la sierra y las playas, sí que me aterra pensar el desastre ecológico que supone.
Luego, hay quien reniega del confinamiento, o se lo salta tan ricamente, y hablan de que nos roban nuestra libertad... Por favor, no confundamos libertad con libertinaje. A mí nadie me ha quitado mi libertad, sino todo lo contrario: soy libre cuando hago lo que deseo sin perjudicar a nadie. Y yo, ahora, lo que más deseo es cuidar a los demás cuidándome yo.
Cuidémonos entre todos y cuidemos también a nuestro Hogar Tierra.


5 mayo:
Yo no tengo ninguna prisa por que finalice el estado de alarma. Me gusta mucho más la prudencia que el arrepentimiento.


6 mayo:
Siendo yo tan amante de conocer el significado etimológico de las palabras, se me ha ocurrido esta tarde buscar en Internet: "OBEDECER", un verbo muy apropiado para la situación que vivimos, y que muchos ni saben, ni quieren saber, que existe.
Para mi sorpresa, su significado va mucho más allá de lo que siempre hemos creído. He capturado pantalla para que vosotros mismos lo comprobéis.
Obedecer no es, en absoluto, hacer caso a la fuerza, sino que su verdadero significado, su propósito real, es "SABER ESCUCHAR", que no es lo mismo que "oír".
¿Y qué es escuchar?
Escuchar es poner atención en algo, entenderlo, pensar sobre ello, analizarlo... y sólo así comprender el porqué de su importancia.
Amigos, tenemos un serio problema mundial de escucha. El ruido de tantas críticas, juicios, prejuicios, rivalidades, orgullo y requeteorgullo... nos impide que pongamos nuestra atención en lo que nos dicen, aunque ello sea por nuestro bien.
En fin, como suelen hacer los maestros para captar la atención de sus alumnos y que les escuchen, voy a terminar haciendo un chiste: "a ver si ahora que todos vamos a tener las orejas de soplillo con tanta mascarilla, agudizamos el oído y escuchamos más para obedecer las sensatas instrucciones que nos dan".



7 mayo:
Los ilusos siguen creyendo que el confinamiento era lo más difícil. Más nos vale que cambien de idea pronto y no arriesguen vidas.


8 mayo:
Muchas personas, en contra de su deseo, han vivido toda su vida al día, con lo justo para sobrevivir; incluso, muchas más de las que quisiéramos, no llegan ni al mínimo humanamente necesario para vivir.
Pero, también, otras muchas han vivido al día por propia voluntad, con la idea extrema de vivir el presente y no pensar en futuras previsiones. Incluso, un gran número de ellas, arrastradas por la corriente del consumismo extremo y por el dichoso "aparentar", han vivido su "presente" muy por encima de sus posibilidades, atándose de por vida a préstamos asfixiantes.
Las hay que, ni en cien vidas que tuvieran, podrían gastar todo lo que atesoran, pero que aún querrían más y más.
Y, por suerte, aunque no sé si abundan, existen personas "hormiguitas", trabajadoras, humildes, sensatas, planificadoras, ahorradoras... con una ley de vida natural: cuido el presente y el futuro de mi familia.
Cuando llegan tiempos como los que vivimos, donde la vida nos castiga de cara a la pared o nos manda al "rincón de pensar", y entonces vienen los arrepentimientos o el echarle la culpa al primero que pasa, que es lo más fácil, es el momento de reflexionar, mirar a la Vida de frente, para escucharla con atención y con el corazón, y obedecer lo que nos pide, que no es mucho: VIVID EN PLENITUD DESDE LA SENCILLEZ, NO DESDE LA ABUNDANCIA.
Para contemplar la vida, para sentirla, para escuchar la música de la vida, para acariciar con amor y embriagarnos del aroma de la naturaleza no hace falta más tesoro que nuestro corazón.
Es justo el momento de replantearnos la vida, aprovechar esta oportunidad que nos brinda la sabia vida para hacer cambios drásticos y, sobre todo, es la ocasión perfecta para reeducar a nuestros hijos y conducirlos por el camino de la humanidad, de la UNIDAD.


9 mayo:
No sé vosotros, pero yo le he tomado cariño a la fase cero: mi familia, mi casa, mis libros, mi móvil y mi paseo. No necesito más.


9 mayo:
Si a tu hijo lo mandas al "rincón de pensar", o le aplicas cualquier otra "multa", por haber hecho algo mal, ¿qué haces si lo vuelve a repetir y compruebas que tu estrategia de disciplina no ha servido para nada? Seguro que me responderlas que aplicarlas medidas cada vez más severas (aunque psicológicamente eso no fuera lo más correcto).
Pues igual os digo que nos pasará a nosotros, como hijos de la Madre Vida que somos: si después de haber estado tantas semanas en nuestro rincón de pensar, no hemos aprendido la lección... me temo que lo peor que nos puede pasar no sería volver al rincón, sino algo mucho más serio.
No juguemos con la Madre Vida porque, aunque nos ame, también pone sus límites para educarnos y enderezar nuestro camino.
¡Tómatelo en serio!


10 mayo:
Ahora entiendo lo de "pisar una kk da buena suerte" porque, viendo tanto guante tirado, es una suerte pisar una kk y no un guante.


11 mayo:
Vengo de mi psicopaseo diario.
Según mis cálculos, hoy había un 50% menos haciendo deporte... El otro 50 estaba en los bares.


12 mayo:
Siempre está presente en nuestra vida el miedo, pero parece que ahora lo sentimos más cerca, si cabe.
El miedo puede reflejarse de múltiples maneras, no sólo a través de la ansiedad.
Es importante conocer el lenguaje del miedo y escucharlo conscientemente: nos puede hablar a través de cualquier parte del cuerpo, con dolencias y afecciones; también se expresa en nuestros gestos, postura, movimientos, tics, hábitos nerviosos…; y se hace visible mediante otras emociones, disfrazándose con lágrimas de tristeza o con gritos de ira.
Lo cierto es que el miedo está en todos lados y, como tramposo que es, se quiere esconder para que no lo descubramos, porque sabe que si lo pillamos, si lo hacemos visible y consciente, ¡desaparece!
Os invito a jugar al escondite con él. Ya que tanto le gusta ponernos contra la pared, vamos a contar hasta 10 y le decimos: ¡ya voy!
-Busca en tu cuerpo: ¿qué te duele? ¿Tienes algo inflamado? ¿Te has dado un golpe? ¿Sufres alguna enfermedad puntual o crónica?...
-Busca en tu forma de actuar, de moverte: ¿Te muerdes las uñas? ¿Haces guiños? ¿Qué postura habitual tiene tu espalda? ¿Tiendes a rascarte la cabeza?...
-Busca en tus emociones: ¿Sueles llorar? ¿Sueles enfadarte? ¿Tienes cambios de humor frecuentes?...
Y cuando ya hayas localizado al miedo, lo que tienes que hacer es hablar con esa parte del cuerpo en la que estaba escondido y, como si le hablaras a un niño que tiene miedo, le preguntas, le escuchas, le consuelas, le hablas con ternura y amor y, sobre todo, le das las gracias por todo lo que te ayuda y hace por ti.
Voy a poneros un ejemplo muy claro que me ha pasado: hace varios días, al levantarme por la mañana, sentí mucha molestia en el pie derecho, sin aparente motivo, pues el día de antes no había sentido nada. Me dio mucha rabia porque no podría salir a pasear ahora que por fin teníamos permiso. Al día siguiente, la molestia persistía, pero como por la tarde parecía que estaba un poco mejor, salí a la calle a probar. Con cuidado, pude aguantar media hora andando. Pero por la noche, antes de acostarme, de pronto me empezó a doler con más intensidad. Entonces, esa noche, ya en la cama antes de dormir, relajada, me puse a hablar con mi pie intuyendo que el miedo estaba ahí escondido. Lo tranquilicé con mis palabras y mi agradecimiento por tantos paseos y tantas cosas que hemos disfrutado juntos. Estoy convencida de que la palabra, dicha con amor y fe, tiene el poder de sanar. ¿Y qué pasó? Pues después de esa sesión de “Psicopodoterapia”, dormí del tirón toda la noche… y a la mañana siguiente, mágicamente, mi pie estaba en perfecto estado, ¡no me lo podía creer ni yo! Jejeje
Bueno, un poco loca sí que estoy, es muy cierto, pero sólo es lo-cura de la buena. Y, precisamente, los psicólogos nos dedicamos a contagiar de "lo-cura" a nuestros clientes.
Quien se atreva a hacerlo en público, puede jugar al escondite y yo le ayudo a encontrar a Don Miedo. A lo mejor, hasta podemos ayudar a otros que le pase lo mismo o parecido.
1, 2, 3, 4…. Quien no se haya escondido que se esconda, ¡ya voy!

12 mayo:
Veo que la gente tiene mucha prisa por volver a la anormalidad. Yo iré despacio, paso a paso, en busca de mi verdadera normalidad.


13 mayo:
Responsabilidad es ser consciente de que tú eres tu familia y las personas de tu entorno. Si no te proteges, no los proteges.


14 mayo:
Yo quisiera vivir en un mundo civilizado como el de los animales...
Yo quisiera poder transformar tanta cosa imposible...


15 mayo:
Desde que comenzó el confinamiento, atiendo una media de tres consultas diarias por teléfono. Mujeres, hombres, adolescentes, estudiantes... consultas de toda índole. Pero es mucho menos frecuente que me llamen personas de avanzada edad.
Pues, precisamente ayer, me llamó un señor de 75 años, bastante agobiado y agotado de tanto luchar con sus demonios, a los que los médicos intentan apaciguar con medicación sin éxito, según él.
El pobre hombre, cuando yo le dije que no trabajo todavía en consulta y que sólo atiendo por teléfono, me dijo: "Pues ven tú a mi casa, si nosotros no hemos pasado el virus". No sé si lo dijo como fruto de su ignorancia o de su propia desesperación, y yo pensé: están todos los mayores solicos, sin ver a sus hijos y nietos y, ahora, este pobre hombre quiere que le visite una extraña.
Yo lo tranquilicé y le expliqué que no es aconsejable que él vaya a ninguna consulta, ni que vayan a verlo; que es mejor consultar siempre por teléfono, a su médico o especialistas. Quedé en que yo lo llamaría hoy.
Hablar con él ha sido un regalo para mí. Me contaba las batallas que hace unos años vivió y lo mal que está desde que no sale. Yo, como si le hablara a un niño, porque así se sentía él, tan indefenso ante su terrible miedo, le iba explicando todo nuestro mecanismo. Él, con su voz temblorosa por la edad y sus achaques, me escuchaba muy atento desde el corazón, como hacen las auténticas personas desnudas de orgullo y vestidas de humildad.
Aunque no lo conocía de nada, mi intuición le hablaba de cómo era él, de todas las condecoraciones que la vida le ha puesto por tantas luchas ganadas que ha superado; le descubría el inmenso valor que tiene nuestro presente; y le destacaba, a cada instante, el poder del agradecimiento.
Un hombre que se ha dejado las manos y la espalda trabajando toda su vida en el campo, y que un virus maldito le ha alejado de lo que más ama, aparte de su familia: la tierra y el sol.
Le he recetado que vuelva, poco a poco, a su labranza, aunque el demonio le diga "no tengo ganas de na".
Al terminar, me pregunta que cómo me paga. Y yo le digo como a todas las personas con las que hablo: que a mí no me tiene que pagar nada, pero que seguro que a Cáritas sí le hace mucha falta un donativo. Y él, no dando crédito a lo que yo le había respondido, me dice: "Pues vaya negocio que haces, eso no puede ser. Pues entonces te tendré que dar una caja de uva cuando la tenga, o una caja de naranjas".
Al decirme eso, instantáneamente, me viene a mi mente el recuerdo de mi padre. Fue médico en La Paca, un pequeño pueblo de Lorca. En aquellos tiempos, él era el único médico de todos aquellos pueblos de los alrededores, no existían los Centros de Salud, ni nada parecido. Mi casa era el "centro de salud". Y mucha gente, con la pobreza que entonces reinaba por todas partes, le pagaban en especie el agradecimiento por su gran dedicación: pollos y conejos vivos, embutidos, dulces... todo era bien recibido en una familia con 6 hijos.
Por eso, aunque lo de recibir regalos se me da francamente mal (es una parte de mí que me tengo que tratar jeje), cada vez que recibo uno por mi trabajo, pienso en mi padre porque es como si se lo dieran a él, que me regaló la vida y su gran ejemplo de vocación, tesón y constancia.

15 mayo:
Cumplir normas no significa perder la libertad, sino ganar en solidaridad, respeto y responsabilidad.


16 mayo:
Yo puedo vivir sin viajes espaciales, sin futbolistas millonarios, sin la mayoría de los políticos, sin tanto avión, sin trenes de alta velocidad, sin lujos ni excesos...
Pero no podría vivir sin médicos y sanitarios, sin maestros, sin libros, sin los que trabajan en el campo, sin los que construyen viviendas y las amueblan, sin músicos, sin investigadores...
Mi prioridad es VIVIR, sin más, sin menos.


17 mayo:
El trabajo es una bendición, sin duda. Quien lo tiene es un afortunado, y quien ama su trabajo tiene un gran tesoro.
Pero el trabajo, como una droga, también puede crear adicción y, lo que parece que haces por pasión, se convierte en una esclavitud que absorbe todo tu tiempo y dedicación, dejando de lado parcelas de la vida tan importantes como la familia, el descanso, las amistades e, incluso, la propia salud.
Muy sabia es la frase: "Trabaja para vivir y no vivas para trabajar".
En la mayoría de nosotros, el confinamiento ha hecho estragos en la vida laboral. Muchos tardarán en volver a trabajar; otros, con más suerte, empiezan ya a trabajar a ritmo lento.
Pero, este largo parón, también nos ha ayudado a despojarnos de la pesada mochila del estrés, de la ansiedad constante que nos exigía ese ritmo frenético que llevábamos a cuestas y nos impedía disfrutar del presente, de la familia y de nosotros mismos.
Y así, con la agenda cerrada, el despertador apagado, el pijama puesto, un libro en mano, la música suave, rodeados de los nuestros y de nosotros mismos, sin ninguna prisa, cocinando a fuego lento, conectando el corazón con los que están lejos para tenerlos más cerca que nunca... empezamos a sanarnos de esa adicción al trabajo, porque nos hemos hecho conscientes de lo realmente importante en la vida, y de que todo lo demás puede esperar.
Yo, adicta por naturaleza al trabajo y el esfuerzo, siento el efecto sanador de esta pausa, y escribo en mi corazón: Trabajar menos, aunque tenga menos, y SER más.


18 mayo:
La belleza exterior ya no cuenta, todos somos iguales con mascarilla. Es tiempo de buscar la belleza en el interior, por fin.


19 mayo:
Cosas de "humanos"... Es mucho más fácil juzgar que tomarse el tiempo para escuchar y entender.
Así nos va.


21 mayo:
Pecar de PRUDENCIA es de sabios.
Pecar de irresponsabilidad es de necios.


23 mayo:
La locura colectiva es lo más contagioso. Aléjate de bulos, juicios, prejuicios, estigmas, cotilleos, críticas... PROTÉGETE.


24 mayo:
Estas semanas, que ya son meses de confinamiento, he retomado una afición que tenía abandonada desde hace años: leer libros en inglés.
A pesar del tiempo que llevo sin practicar, el aprendizaje de un idioma es como montar en bici: parece ser que no se olvida y, en cuanto empiezas a volver a practicarlo, todo te viene a la cabeza.
Yo, no fiándome de este dicho, y no confiando en mi memoria, comencé retomando la lectura de pequeños libros de inglés de cuando mis hijos estudiaban bachillerato. Pero, para mi sorpresa, me resultaron muy fáciles de leer y entender, y eso me animó a seguir practicando todos los días, y superando mi nivel.
Estudiar un idioma es una de las mejores formas de mantener la mente despejada de interferencias negativas y, al mismo tiempo, fortalecer todas nuestras capacidades mentales. Os lo recomiendo totalmente, aunque a la hora de la verdad no nos sea útil para nuestra vida cotidiana ni profesional.
Os cuento todo esto para encabezar una nueva reflexión de las mías.
Uno de esos pequeños libros que me he leído es el famoso "Mago de Oz", que seguro que ya todos conocéis sobradamente.
La protagonista, una niña, es sorprendida por un tornado que hace volar por el aire su casa muy lejos de donde ella vivía y que, al tocar tierra, aplasta a la malvada bruja... Y para poder volver a su pueblo, tiene que ir en busca del Mago de Oz siguiendo un camino de ladrillos amarillos. Y se va encontrando a varios personajes que la acompañarán para pedirle al Mago lo que tanto deseaban: un espantapájaros deseaba un cerebro; el hombre de hojalata quería un corazón; y el león cobarde ansiaba ser valiente.
No es, en absoluto, una historia banal, ni tonta, ni cursi. Es tan real como la vida misma.
Cada uno de esos personajes nos puede representar perfectamente. De hecho, a diario nos los encontramos nosotros también: gente sin cerebro, insensatos e irresponsables; personas sin corazón, con cero empatía, incapaces de ponerse en el lugar de otra persona, y que llevan por bandera el orgullo y el egoísmo; y también están, y abundan muchísimo, las personas a las que el miedo les domina sobremanera, perdiendo su libertad para alcanzar sus sueños y ser felices.
Al final de la historia, descubrimos que el Mago no era tal mago, pero que cada uno de nosotros podemos conseguir todo aquello que deseamos poniendo fe y confianza, perseverando, y recorriendo un camino, el camino de la vida (amarillo como la luz del Sol).
Pero, tristemente, hay muchos "espantapájaros" que no son conscientes de querer un cerebro; ni "hombres de hojalata" dispuestos a descubrir su corazón; y tampoco "leones cobardes" pidiendo ayuda para alejar el miedo de sus vidas.
Yo no quiero ser ninguno de ellos. Me gusta más la niña, acompañada de su perrito, siempre en busca de su mayor deseo: ¡estar en su hogar con su familia! ¡No hay mejor deseo! ¡AMOR!
Mientras escribía esto, me he acordado de que todavía conservo el dibujo que hizo uno de mis hijos cuando tenía tan solo 4 años, y tuvo tanto éxito en su cole que lo expusieron en el tablón del curso de 6º.
¡Sigamos recorriendo ese camino amarillo de la vida en busca de nuestros deseos!


24 mayo:
¿Sabéis a quién le encanta manifestarse? A nuestro convecino Covid.
Si usas cacerola, que sea para guisarlo a más de 60°.


26 mayo:
Son muchos los vicios en los que podemos caer, pero sin duda el peor de ellos es el de ¡quejarse continuamente y por todo!
Ah, y mucho cuidado con ese tóxico vicio, ¡es también muy contagioso!
Sólo hay un antídoto que cura este gran mal: saber dar cada día GRACIAS a la vida por todo, desde lo más insignificante hasta lo más grande, pasando incluso por nuestros enemigos.
No existe mayor virtud que la de poseer un espíritu agradecido y positivo, lleno de humildad y amor.


27 mayo:
Confinada en casa, he conocido el verdadero significado del descanso: PAZ INTERIOR.


28 mayo:
Al psicólogo no van los locos, van los sensatos.
Los locos son esos que se pasean por ahí como si la cosa no fuera con ellos.


30 mayo:
No hay mejor manera de manifestarse que ejerciendo tu derecho al voto.


1 junio:
Dicen que el pelo crece un centímetro por mes. Mis raíces canosas dan fe de ello y, ahora, son las encargadas de medir el tiempo en esta nueva era que nos toca vivir.
Ya hace años que deseaba liberarme de la atadura del dichoso tinte. Es más, conociéndome, no sé ni cómo caí en ello, pues soy "anti-todo lo anti-natural": no me gusta pintarme, ni llevar abalorios (ni siquiera tengo agujeros en las orejas), ni tacones, ni faldas, ni voy a la peluquería... Soy una "rancia" de vocación.
Por eso, ahora es mi oportunidad de liberarme y hacer lo que siempre he deseado: lucir canas, como reflejo genuino del brillo de mis sagrados años vividos.
Pienso que este proceso de liberación es importante para afianzar esa ansiada igualdad de género: a los hombres, socialmente, se les tiene permitido tener canas, vestir cómodo, no maquillarse, pueden no afeitarse... Son libres y naturales. ¿Y las mujeres? Las mujeres somos esclavas de la estética y la apariencia. Yo me niego.
Sé que me dirán que me tinte el pelo otra vez, que parezco más vieja, que estoy loca, que estoy más fea... ¿Y qué más me da lo que digan o piensen los demás? Soy yo la que decido, y punto.
Reconozco que la "desescalada" canosa bicolor no es favorecedora, pero con un poco de paciencia, viendo crecer mis canas un centímetro cada mes, enseguida estaré luciendo mi nuevo "look".
Y también sé que no soy la única que se lo ha planteado durante la cuarentena, que somos muchas las que se atreven a dar este gran paso.
¡Ánimo, amigas! ¡Somos libres!


3 junio:
Mi vida está llena de errores y aciertos.
Los errores no los puedo borrar, no hay marcha atrás, sólo puedo transformarlos en aprendizaje.
Y los aciertos se los debo a tantos errores que he cometido.
¡Benditos errores humanos!


5 junio:
Cuanto peor perder tienes, 
más veces pierdes.
Acepta tus derrotas, 
y vencerás.


12 junio:
NADIE tiene el poder de hacerte feliz. Sólo TÚ.


13 junio:
Todavía no ha terminado el estado de alarma, y ya lo estoy echando de menos.


16 junio:
La capacidad de ser feliz es inversamente proporcional al orgullo que te domina.
Haz cálculos y, si no cuadran, corriges errores.


20 junio:
Aunque finalice el Estado de Alarma, ¡sigue alerta y no bajes la guardia!
La responsabilidad no es un "estado", es una prioridad.

No hay comentarios: